Lo que no cuentan de las placas solares

✔ Las placas solares funciona con los rayos del sol, no con el calor

✔ Las subvenciones pueden tardar entre 6 y 12 meses

✔ Se contempla la venta de excedentes de energía de particular a particular

Aunque no todo es sol lo que reluce, las placas solares siguen brillando en los tejados españoles: es una solución para invertir y ahorrar en una energía limpia. 

¿Cuáles son los grandes problemas?  En realidad, los más importantes son dos: es una inversión que requiere una cantidad de dinero importante y la duda ante la idea de tener que depender del tiempo. 

En ambos casos hay algo de cierto, como en el resto de las posibles reticencias a tener paneles solares, pero las ventajas superan con creces a los inconvenientes.

Aquí tienes algunos de los ‘peros’ más comunes hacia las placas solares y cuales son las soluciones.

Si te quieres sumar a la revolución fotovoltaica, rellena este sencillo formulario. Profesionales de la zona se pondrán en contacto contigo para darte información personalizada sobre paneles solares en tu vivienda. Todo sin ningún tipo de compromiso.

Requieren un desembolso inicial importante 

Sí, es cierto. El precio medio de una instalación fotovoltaica oscila entre los 6.000 y los 8.000 euros dependiendo de la potencia, y la cantidad de horas de sol. A este número hay que añadir unos 5.000 euros si quieres añadir la batería. 

Las comunidades de vecinos y las comunidades energéticas son parte de la solución, si vives en un piso o estás en una zona dónde, o ya existe, o tienes un número suficiente de personas.

Ayudas con retrasos

El descuento con las subvenciones de los Fondos Next Generation llega fácilmente al 40%. Dicho esto, el boom de las placas solares en los últimos dos años ha ocasionado un retraso en las subvenciones.

En teoría, el tiempo máximo para recibir la subvención desde que se solicita, es de 6 meses. Sin embargo, en muchos casos se ha superado este tiempo, una situación que es problemática para muchos usuarios que contaban con este dinero mucho antes.

Además de las subvenciones, las bonificaciones fiscales ayudan a aliviar el presupuesto, desde el IRPF hasta una reducción en el IBI.

En total, el presupuesto final puede quedarse perfectamente en la mitad, sin contar con el ahorro anual en la factura desde el minuto 0 y prácticamente no pagar nada cuando amortices lo invertido (entre 4 y 6 años para una vivienda media familia).

¿Cuánto tardan las subvenciones para las placas solares?

Esta es una pregunta que no tiene una respuesta clara y contundente.  Para empezar, el dinero de una instalación fotovoltaica lo tiene que adelantar el usuario. No hay opción.  Sí que es verdad que muchas empresas instaladoras tienen programas de financiación y, además, te ayudan con el ‘papeleo’ para pedir las ayudas.

Los plazos para recibir la subvención de los Fondos Next Generation cambian según en qué comunidad autónoma estés, pero entre 3 y 6 meses después de enviar la solicitud, sabrás si la tienes concedida. A partir de aquí, ya es un poco como la lotería.

En teoría, podría ser inminente o tardar meses. Un año como máximo, pero en realidad, ni ésto está claro.

La gran cantidad de solicitudes desde 2021 ha colapsado el proceso en la mayoría de las comunidades autónomas.  Paciencia es la única solución.

¿Tengo electricidad con las placas solares si está nublado o hace mal tiempo?

Depende de lo nublado que esté. 

El rendimiento de las placas solares se reduce cuanto menos sol hay, hasta un 65%, y puede llegar a ser ínfimo si realmente está encapotado o muy oscuro.

Sin embargo, el frío moderado o la lluvia no afectan demasiado al rendimiento de las placas solares. A las placas solares no les gusta el calor extremo.

El dilema de las baterías

Obviamente, depende de la zona dónde vivas, el rendimiento de tus placas solares puede variar, pero incluso en el norte de España una instalación fotovoltaica es perfectamente factible. Los días nublados pueden mermar la eficiencia, pero no significa necesariamente que las placas solares no produzcan energía.

Las baterías son parte de la solución. Guardan la energía que no has consumido durante el día para otra ocasión. 

Sin embargo, sobre todo si tienes un alto consumo diario, las baterías pueden no ser suficientes en ciertos días de invierno en zonas con menos horas de sol. Esta es la razón por la que la mayoría de los usuarios con instalaciones fotovoltaicas conservan el enganche a la red general, a la que puedes recurrir en esas ocasiones.

Por otra parte, y aunque no es excatamente un batería física, merece la pena explorar las denominadas baterías virtuales.

¿Hay que limpiar los paneles solares con asiduidad?

No con asiduidad. En realidad no hay que hacer mucho con los paneles solares, sólo pasarles agua y jabón neutro con una esponja de vez en cuando.

Las excepciones son las que vienen del sentido común: si ha habido tormenta, algunas ramas pueden haberse caìdo en las placas solares; la calima, polvo sahariano, o contaminación también crean una capa que reduce eficiencia; una presencia constante de aves que han decidido quedarse a vivir en tu tejado, o una buena nevada persistente. Estas son las situaciones más comunes.

En estos casos hay que limpiar los paneles solares lo más pronto posible. Cuando uno no puede encaramarse al tejado (puede ser muy peligroso), hay que llamar a un especialista. 

Sin embargo, la mayoría de las empresas instaladoras ofrecen un seguro aparte para estos casos y el mantenimiento.

Los paneles solares son estéticamente feos

Aunque relevante para algunos (y no exento de verdad) , lo cierto es que los paneles solares casi no se ven en la inmensa mayoría de los casos. El proyecto de instalar placas solares en el espacio sería de gran ayuda, pero no hay que contar mucho con este plan a corto plazo – es demasiado caro.

Obviamente, la idea de poner una instalación fotovoltaica en un palacete prerrománico, iglesia gótica o en un edificio modernista catalogado es casi imposible. Pero tampoco necesaria, excepto en muy contadas ocasiones. 

Otra cuestión más probable, más de andar por casa y más difícil de resolver, es la hipotética imagen de tener un pueblo entero con paneles solares azules o negros. Paneles que habrían comido un buen cacho de espacio a la bonita y tradicional teja española. Podría pasar.

No en un 100% obviamente  pero, dado el boom de las instalaciones fotovoltaicas en los dos últimos años, en un porcentaje suficiente para levantar más que una otra ceja en señal de fastidio.

Por ahora, no hay una solución a este problema estético. Las llamadas tejas solares o los paneles solares transparentes están todavía en etapa de lactancia, y no podemos contar con ellos a plazo corto. Sin embargo, los paneles solares integrados, dónde el tejado está formado por placas solares están ya en el mercado, aunque a precios muy elevados.
Hasta que se normalice el mercado, sólo nos queda pensar en las cuestiones positivas, casi todas, como el ahorro en la factura y en el hecho que es una energía limpia e infinita, para compensar el supuesto ‘feismo’ de las placas solares.

 ¿Dependen los paneles solares demasiado del tiempo que haga?

En parte sí, porque los rayos solares son los que activan las placas solares para crear energía. Pero las placas solares no necesitan calor ni necesariamente continuos cielos azules (que estaría muy bien, por otra parte). 

Es decir, si está nublado, puede que baje el rendimiento pero no quiere decir que la instalación fotovoltaica no esté generando electricidad.

¿Son reciclables los paneles solares?

Gran parte de los componentes de una placa solar es reciclable: vidrio, aluminio, silicio o cobre, entre otros. 

Sin embargo, solo en Europa el fabricante está obligado a recoger y reciclar de forma sostenible los materiales de un alpacas solar.

Hasta ahora no es un problema realmente importante, pero lo será en el futuro ya que las expectativas de crecimiento del mercado de las instalaciones fotovoltaicas crecerá anualmente un 12,8% hasta 2027.

A este problema hay que añadir la huella de carbono oculta en el proceso de manufacturación de las placas solares. Por ejemplo, el 60% de las placas solares del mundo se fabrica en China, en 2020 el 64% de la electricidad de China provino del carbón. Solo hay que hacer números.

Así y todo, y con la esperanza que la industria solucione estos problemas en un futuro cercano, la energía fotovoltaica, además de ser infinita es una de las más limpias y seguras.

Puedo sacar dinero vendiendo los excedentes de electricidad generada por placas solares

Sí, efectivamente, puedes vender tus excedentes al mercado o tener un contrato de compensación de excedentes simplificado (cuando tienes paneles solares) con la compañía eléctrica con la que tienes el enganche. 

La primera opción requiere bastante conocimiento y, además, conlleva obligaciones fiscales. 

La compensación es lo más común, aunque no se recibe dinero contante y sonante, sino que se descontará de lo revertido en la factura de la electricidad. Es un buen ‘trato’ porque tu factura se puede ver reducida a 0 euro con bastante facilidad, más los gastos de enganche, ya que el descuento sólo es en la parte variable de la factura, no en la fija.

Sin embargo, el verdadero negocio es para la compañía eléctrica.

La compensación  por la energía que se vierte a la red no puede ser más que la potencia que hayas contratado, el resto se pierde. Lo que te pagan siempre va a ser a un precio muy inferior al que consumes. La diferencia varía según la compañía, pero la diferencia es más que considerable.

Venta de energía de particular a particular

Tras la alerta sobre la desproporcionada diferencia entre el precio que el usuario recibe cuando vierte a la red, y el precio que las compañías cobran cuando usas electricidad, la Comisión Europea ha tomado cartas en el asunto.

Así, ha presentado recientemente una propuesta para la reforma del mercado eléctrico, dónde se permita a particulares vender sus excedentes a otros particulares. Además, la Comisión se ha hecho eco de la críticas al oscurantismo con las que las compañías mayoristas eléctricas han llevado los precios, y propondrá una mayor transparencia.

Conclusión

Las instalaciones fotovoltaicas son rentables, limpias y, sería casi un pecado, no plantearse tener paneles solares en un lugar como España. Genera, además la electricidad suficiente para ACS, calefacción y aire acondicionado. 

Sin embargo, es la Administración la que tiene que seguir ayudando en esta primera etapa de boom fotovoltaico porque las subvenciones están tardando. 

El resultado de estos años de bonanza fotovoltaica será clave para afianzar la industria en el futuro, sin necesidad de apoyo administrativo: simplemente porque es rentable y ayuda a la descarbonización europea.

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