¿Qué es una comunidad energética?

✔ La energía comunitaria permite ahorros en la factura de la luz de hasta el 50 %

✔ Las comunidades energéticas son una alternativa popular a las eléctricas

✔ Generan beneficios sociales, reforzando el empleo local y la cohesión social

Juntarse con los vecinos para producir energía solar limpia y barata. Empezar a cambiar el mundo desde nuestro barrio y ahorrar en la factura de la luz.

Sumarse a la revolución de las energías renovables desde el centro de la ciudad mientras reducimos la desigualdad. ¿Suena demasiado bonito para ser verdad?

El concepto de comunidad energética solar es cada vez más popular en España. Su número se ha multiplicado en el último año gracias a sus muchas ventajas, que van desde el ahorro hasta la independencia energética. Pero, ¿qué son exactamente y cómo funcionan las comunidades energéticas solares?

Rellena este sencillo formulario para saberlo todo sobre el tema. Te pondremos en contacto con los mejores expertos en comunidades energéticas en tu zona.

¿En qué consiste una comunidad energética solar?

Una comunidad energética solar es una entidad jurídica (como una asociación o una cooperativa) formada por un grupo de personas que se juntan para generar su propia energía mediante paneles fotovoltaicos.

En los últimos años, este concepto amplio ha encontrado acomodo legal en las normativas tanto europea como española.

La Directiva UE 2019/944, sobre normas comunes para el mercado interior de la electricidad, define la comunidad ciudadana de energía como una comunidad voluntaria y abierta con objetivos medioambientales, económicos y sociales que participa en la generación, la distribución, el suministro o el almacenamiento de energía, entre otras actividades.

La Directiva UE 2018/2001, de fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, define la comunidad de energías renovables como una entidad jurídica autónoma, de participación abierta y voluntaria, cuya finalidad sea proporcionar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus socios, en lugar de ganancias financieras.

Por último, en España, el Real Decreto-ley 23/2020, de 23 de junio describe a las comunidades de energías renovables como entidades jurídicas basadas en la participación abierta y voluntaria, autónomas y controladas por los socios, de nuevo con objetivos medioambientales, económicos o sociales.

Teniendo todo esto en cuenta, una comunidad energética solar es una entidad abierta formada por socios que generan y consumen energía fotovoltaica y se benefician de ello en los ámbitos económico, social y ambiental.

¿Que se necesita para empezar una comunidad energética solar?

Las comunidades energéticas solares son, principalmente, un concepto social, una alternativa al autoconsumo individual y al consumo energético a través de las empresas comercializadoras de electricidad. 

Los costes de una comunidad energética variarán en gran medida en función del tamaño de la instalación fotovoltaica y su capacidad de generación. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), estos son los pasos necesarios para construir una comunidad energética solar desde cero.

Grupo motor 

La creación de un grupo motor que se haga responsable del proceso y se comprometa a acompañarlo hasta el final es fundamental. Este equipo funcionará como la semilla de la comunidad energética y deberá tomar decisiones consensuadas.

Una de sus primeras tareas, una vez la idea de la comunidad energética esté detallada, será dinamizar el proceso participativo entre la comunidad, asegurándose de que el proyecto llegue a todos los potenciales interesados.

Constitución de la comunidad energética 

Para completar este paso, se debe empezar por elegir la denominación de la entidad, su área de actividad y su objetivo social. Una vez definidos los estatutos, se podrá proceder a la constitución formal de la asociación y a su inscripción en el registro oficial. 

Además, debe formalizarse su alta en el registro de la Agencia Tributaria para, entre otras cosas, obtener un número de identificación fiscal (NIF).

 Prototipo y objetivos

De forma paralela a los trámites administrativos, se deben valorar las mejores opciones tecnológicas para la comunidad energética solar, analizar las opciones de financiación disponibles y los posibles socios (desde administraciones locales hasta empresas de energía) y estudiar en detalle los riesgos del proyecto. 

En este proceso, siempre es importante apoyarse en expertos para recibir el asesoramiento adecuado. 

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Instalación e integración

Una vez valoradas las opciones disponibles, podemos dar el paso a la instalación de los paneles fotovoltaicos y a la integración de la energía generada en el sistema. Es importante tener en cuenta las opciones de financiación (desde la participación de la administración pública en la inversión a las subvenciones, pasando por créditos específicos) y buscar el proveedor adecuado.

A lo largo de todo el proceso, el IDAE recomienda hacer un seguimiento continuo de los riesgos y las posibles desviaciones presupuestarias.

Gestión de la comunidad

La gobernanza comunitaria y la gestión de la actividad energética solar una vez entre en operación son dos aspectos clave. Además, se deben establecer mecanismos de control y monitorización de los resultados, así como de evaluación y mejora continua.

¿Cuánto se puede ahorrar en una comunidad energética solar?

Las comunidades energéticas son instrumentos pensados para fomentar el ahorro energético, la reducción de la factura de la luz y el desarrollo de la generación distribuida, al tiempo que se reduce la dependencia energética y el impacto medioambiental de nuestro consumo.

Los costes y el ahorro varían en gran medida en función del tipo de comunidad energética y el papel que tenga en esta el socio, así como del tipo de vivienda y del área geográfica en la que esté ubicada (ya que esto determina la capacidad de producción de la instalación solar). 

Normalmente, el socio tiene que hacer una inversión inicial (aproximadamente, de 1000 euros por kW) que después será devuelta parcialmente a través de ayudas y subvenciones.

Pero una vez la generación energética esté en marcha, se producirán ahorros inmediatos en la factura de la luz que oscilarán entre el 25 % y el 50 %. 

¿Cómo funciona una comunidad energética?

Las comunidades energéticas se diferencian del resto de actores del sector de la energía por su propósito (los ingresos se destinan a proporcionar servicios y beneficios medioambientales o socioeconómicos a los integrantes de la comunidad), su propiedad y su control (ejercido por miembros o socios) y su modelo de gobernanza democrática y autónoma.

Una vez constituida y puesta en marcha, el funcionamiento de una comunidad energética solar es sencillo.

1. Generación de energía

La instalación fotovoltaica produce energía que, una vez convertida en corriente alterna, es vertida a la red. La comunidad energética cuenta con un contador para medir la cantidad de energía producida en tiempo real.

2. Consumo de energía

Los miembros de la comunidad energética consumen electricidad de la forma habitual. En sus viviendas, cuentan también con un contador específico que mide el consumo.

3. Facturación

Normalmente, el consumo energético pasa a ser facturado a través de la comunidad energética, pero también es posible mantener la facturación con las compañías comercializadoras habituales. En cualquier caso, una vez se cruzan los datos entre producción y consumo, se aplica el descuento correspondiente sobre la factura de cada socio.

4. Almacenamiento

Los avances tecnológicos recientes en materia de baterías solares están permitiendo que las comunidades energéticas apuesten cada vez más por el almacenamiento. Este permite ser todavía más autosuficiente y reducir al mínimo el consumo de energía de otras fuentes, multiplicando el ahorro.

Ventajas e inconvenientes de una comunidad energética solar

Ventajas de una comunidad energética

• Acceso justo y fácil a energías renovables de generación local. 
• Mayor control y responsabilidad sobre la energía que se consume.
• Nuevas oportunidades de inversión para ciudadanos, negocios y entidades locales. 
• Desarrollo local, ya que los ingresos y los beneficios revierten directamente en la comunidad. 
• Aceleración del despliegue y la integración de las energías renovables en el sistema.
• Beneficios ambientales directos, desde la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero que están cambiando el clima hasta la mejora de la calidad del aire de las ciudades.
• Beneficios sociales directos, reforzando el empleo y la creación de negocios a nivel local, la cohesión y equidad social.

Retos de las comunidades energéticas

Es difícil encontrar las desventajas de formar parte de una comunidad energética. Sin embargo, los socios o futuros miembros sí deben tener en cuenta la existencia de algunos desafíos que pueden aparecer en el camino.

• Dificultad de financiación, sobre todo, inicialmente, cuando debe adelantarse buena parte de la inversión. 
• Marco normativo todavía en desarrollo.
• Dependencia de personas no expertas que no pueden dedicarse a tiempo completo al desarrollo del proyecto.
• Falta de experiencia en las administraciones públicas, al tratarse de un formato legal relativamente nuevo.
• Complejidad para implementar una gobernanza realmente democrática que tenga en cuenta todos los intereses locales. 

¿Cuántas comunidades energéticas hay en España?

De acuerdo con el Visor de Comunidades Energéticas del IDAE, en España hay en la actualidad 68 comunidades energéticas en funcionamiento. Estas tienen en marcha un total de 329 proyectos, que van desde la generación de energía fotovoltaica hasta puntos de recarga para coches eléctricos.

El 85,4 % de los socios de las comunidades energéticas españolas son personas físicas, el 14,4 %, pequeñas y medianas empresas, y el resto, entidades locales. Además, las fórmulas jurídicas más elegidas son la cooperativa y la asociación, seguidas de empresas y sociedades civiles mercantiles.

Resumen

En los últimos años, el número de comunidades energéticas en España se ha mantenido bajo. Sin embargo, tras la consolidación del marco normativo en 2021, han empezado a crecer. 

Las comunidades energéticas solares permiten a sus socios tomar control de su energía, producir electricidad de forma limpia y ahorrar en la factura de la luz. Además, contribuyen a reforzar el tejido social y económico a nivel local, reduciendo la desigualdad, mitigando la pobreza energética y revirtiendo los beneficios de la energía en la comunidad.

Para saber más sobre las comunidades energéticas, su papel en la transición renovable y cómo formar parte de esta pequeña gran revolución, rellena este formulario: te pondremos en contacto con los expertos en el tema de tu zona.

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