¿Qué mantenimiento tiene un coche eléctrico?

✔ El mantenimiento del coche eléctrico es más sencillo y barato que el de combustión

✔ Por cada 100.000 kilómetros, el coche eléctrico ahorra más de 1.000 €

✔ El coste de un coche eléctrico apenas supera los 100 € en las visitas periódicas

El mantenimiento de un coche eléctrico es más sencillo y barato que el de un vehículo de combustión. Hay que tener en cuenta que su mecánica es mucho más simple, por lo que es posible despreocuparse del apartado mecánico. 

El ahorro es considerable y aumenta exponencialmente cuantos más kilómetros se realicen. La ausencia de elementos móviles en su motor permite al coche eléctrico mantener un mejor estado con el paso del tiempo y necesitar menos supervisión.

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¿Cómo se hace el mantenimiento de un coche eléctrico?

Uno de los rasgos definitorios del coche eléctrico es que su mantenimiento es mínimo. El propietario del vehículo apenas tiene acceso a unos pocos componentes y, en su mayoría, quedan restringidos a los técnicos especializados. 

Buena parte del apartado mecánico está relacionado con la electricidad y la electrónica. Elementos para los que es necesario poder contar con ciertos conocimientos técnicos para poder operar.

Mantenimiento de la electrónica

Poco puede hacer el conductor de un coche eléctrico por el mantenimiento de la electrónica del coche más allá de visitar un taller cuando la marca así lo estime oportuno en el libro de mantenimiento. 

Todos los cables relacionados con el buen funcionamiento de la mecánica eléctrica, la batería y cualquier otro componente electrónico necesita de aislantes y sellados profesionales. 

Además, la manipulación de los cables directamente relacionados con el funcionamiento mecánico del vehículo sólo pueden ser operados por técnicos especializados pues una descarga eléctrica puede provocar daños muy graves en la salud.

La mayoría de coches funcionan con corrientes de 400 V pero también pueden hacerlo a 800 y 900 V.

Mantenimiento del motor

Para entender el mantenimiento del motor de un coche eléctrico primero es necesario comprender cómo funciona. 

Un motor eléctrico sólo está compuesto por un estátor (parte fija) y un rotor (parte móvil) que contiene un campo magnético fijo.

Dentro del estártor se encuentran los arrollamientos, que crean otro campo magnético con el paso de la corriente eléctrica.

Este campo magnético gira, arrastra al del rotor y unos engranajes mueven las ruedas del coche. Es decir, no existen partes móviles, líquidos ni refrigerantes que deban revisarse periódicamente y sustituirse con el paso de los kilómetros.

Como en la parte electrónica, su mantenimiento se limita a superar las revisiones periódicas.

Mantenimiento de consumibles

Se entiende como consumibles todos los componentes que tienen una vida útil y que deben ser sustituidos periódicamente para garantizar un buen funcionamiento de los mismos. 

En un coche eléctrico esto se limita al líquido de frenos, sus pastillas o discos de freno, los limpiaparabrisas, los filtros antipolen y polvo, la batería de 12 voltios o los amortiguadores. 

Todos los cambios están previstos en el libro de mantenimiento del vehículo y todos los componentes anteriores también deben ser reemplazados en los coches de combustión. Es probable que un coche eléctrico, aprovechando la frenada regenerativa, aguante más kilómetros sin necesidad de sustituir los discos o pastillas de freno.

Mantenimiento del cargador

Es un cometido muy sencillo pero necesario que el dueño de un coche eléctrico mantenga en buen estado su cargador si espera que su vehículo cargue correctamente. 

Como con el coche, el cargador obliga a visitas periódicas de un técnico y es necesario avisar al servicios de averías cuando el cargador no funciona.

Pese a ello, mantener limpios los pines del cargador y de la toma de corriente del coche garantizará que se cargue a mayor velocidad.

Con pasar un trapo ligeramente humedecido es suficiente. Si quieres saber más sobre los tipos de enchufes para coches eléctricos, leer Tipos de cargadores de coches eléctricos

¿Qué tipo de mantenimiento necesitan las baterías de un coche eléctrico?

La batería del coche eléctrico es la parte más delicada del mismo. Su sustitución puede costar miles de euros, aunque cada marca tiene precios muy dispares. 

Lo ideal para mantener la salud de la batería de un coche eléctrico es priorizar las cargas lentas y mantener su capacidad siempre entre el 20 y el 80% total de la carga. 

Entre sus opciones de configuración, los coches eléctricos cuentan con la opción de detener la carga de la batería cuando se llega a un porcentaje concreto de capacidad, aunque el cable siga enchufado.

Esto es ideal para el día a día, cuando es probable que el conductor no necesite tener completamente llenas las baterías del automóvil. 

¿Cuánto cuesta el mantenimiento de un coche eléctrico?

Los costes de mantenimiento de un coche eléctrico son muy inferiores al de un vehículo de combustión. 

Hay que tener en cuenta que cada marca tiene sus propios precios para la sustitución de los elementos de sus vehículos, por lo que los siguientes datos son una aproximación media al mercado. 

Pese a todo, un coche eléctrico no necesita sustituir aceite para su motor, líquidos refrigerantes, bujías, embrague, correa de distribución y, en definitiva, todo lo relativo a la transmisión, pues el coche eléctrico carece de ella. 

¿Cada cuánto hay que hacer el mantenimiento de un coche eléctrico?

Si hablamos de un plazo temporal, dependerá por completo del número de kilómetros que realice anualmente el conductor y de su forma de conducir. 

Cuando se compra un coche, el fabricante entrega un libro de mantenimiento en el que figura la vida útil de sus componentes, atendiendo al número de kilómetros. Las siguientes cifras son aproximativas y una media del mercado. 

Hay que tener en cuenta que una conducción agresiva desgasta antes los neumáticos o los discos de freno. 

¿Dónde puedo hacer el mantenimiento de un coche eléctrico?

Con los conocimientos adecuados, los consumibles de un coche eléctrico se pueden sustituir por el propio dueño del vehículo en su propio garaje. Los neumáticos, los discos de freno o el filtro de polen y polvo se pueden sustituir sin muchos problemas. 

Pese a ello, es recomendable acudir a un taller oficial con técnicos especializados. Hay que tener en cuenta que todos estos cambios contarán con una garantía legal, por lo que podremos reclamar una sustitución si sobreviene algún fallo posterior. 

Además, en España está prohibido reparar el coche en la calle. Realizar cualquier tipo de intervención está duramente castigada con multas económicas que pueden ser muy altas, pues los líquidos de un vehículo son muy contaminantes y pueden ser peligrosos para el resto de conductores. 

Sus sanciones pueden ser multadas con 500 euros, como se recoge en la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Los ayuntamientos también cuentan con sus propias sanciones para este tipo de comportamientos. 

Si quieres saber más sobre cómo instalar un cargador para coches eléctricos en una comunidad de vecinos, leer Guía completa para instalar un punto de carga para coches eléctricos.

¿Cuáles son las averías más comunes de un coche eléctrico?

La sencillez mecánica de un coche eléctrico provoca que las averías recurrentes sean mínimas. 

Tomando datos de RACE (Real Automóvil Club de España), quienes prestan asistencia técnica en carretera, las averías más comunes de los coches eléctricos se limitan a la frenada regenerativa, los errores en el software y la batería. 

Averías en la frenada regenerativa

La frenada regenerativa es la parte mecánica que más estrés sufre, pues es utilizada por el propio coche eléctrico para recuperar energía y convertirla en electricidad que alimenta a la batería. Su uso reiterado puede provocar las averías más comunes en este tipo de coches.

Averías del software

Para el buen funcionamiento de los vehículos actuales, el software del automóvil es esencial. En un coche eléctrico puede provocar problemas con la carga o la entrega de potencia pero incluso los vehículos de combustión sufren de estos problemas pese a contar con una mecánica tradicional.

Averías de la batería

Las averías de la batería son las más temidas por los dueños de los coches eléctricos. Su autonomía depende directamente de la salud de la misma y su daño puede llegar a impedir que el coche eléctrico circule si, por ejemplo, está comprometida la seguridad. 

Otra posibilidad es que la batería haya perdido capacidad con el paso del tiempo. Esto siempre sucederá pero se acentúa si se reitera el uso de cargas rápidas, si se rellena habitualmente por encima del 80% o se descarga por debajo del 20%.

Los fabricantes de los coches eléctricos suelen ofrecer garantías extendidas para sus baterías. Estas suelen ser contemplar como motivo de reparación o sustitución la pérdida de capacidad por debajo del 70 o el 80% (depende de la marca) pasados alrededor de siete años o los 100.000 kilómetros. 

Si quieres saber más sobre los tipos de baterías de los coches eléctricos, leer Guía completa de baterías para coches eléctricos. 

Diferencias del mantenimiento entre un coche eléctrico y uno de combustión

Las diferencias en el mantenimiento de un coche eléctrico y uno de combustión se resumen en la siguiente tabla. Como se puede comprobar, el vehículo eléctrico necesita menos piezas que sustituir y de menor importancia (en su mayoría). 

Además, todos los componentes que necesitan de mantenimiento y sustitución en un coche eléctrico también necesitan ser cambiados en un vehículo de combustión. 

Por tanto, el coche eléctrico es más sencillo de mantener y más barato aunque, en caso de avería, lo más recomendable es acudir a un centro especializado. De hecho, algunos componentes no pueden ser manipulados sin certificación, pues pueden ser un riesgo para la salud. 

¿Cuánto cuesta el mantenimiento de un coche eléctrico frente a uno de combustión?

Todo lo anterior se observa mejor si entendemos qué diferencia de coste para el conductor existe entre un conductor de un coche eléctrico y uno de combustión. Teniendo en cuenta los elementos de desgaste, su coste medio de reparación y el número de kilómetros realizados, los resultados son los siguientes.

Hay que tener siempre presente que estos números son orientativos (tanto el precio como el número de kilómetros). Cada fabricante cuenta con su particular libro de mantenimiento pero son datos generales tomados del mercado.

Resumen

Un coche eléctrico es más sencillo y barato de mantener. Además, por su menor complejidad, el riesgo de averías es mínimo y, sobre todo, muy inferior al de los motores de combustión, con mayor número de partes móviles, susceptibles de sufrir un desgaste continuado. 

Lo recomendable con un coche eléctrico es acudir a un centro especializado. De hecho, algunos componentes son inaccesibles y los fabricantes impiden su manipulación si no es en taller. 

Esto disgusta a algunos conductores pero lo cierto es que los coches (eléctricos o no) son mucho más complejos que años atrás.

Como consecuencia, el conductor medio también ha perdido conocimientos y necesita acudir a técnicos para el mantenimiento de su vehículo. 

Por tanto, el dueño de un coche eléctrico es posible que no sienta ningún tipo de cambio en su día a día, salvo que el mantenimiento será más sencillo y necesitará acudir menos al taller que con un automóvil de combustión.