10 consejos para ahorrar en la factura de la luz

The Eco Experts

Comprueba la  potencia de tu contrato, puede que sea demasiada

Bajar la temperatura de la lavadora reduce el gasto en un 55%

La nevera, aunque con poca potencia, gasta mucho por estar siempre enchufada


Apagar las luces y desenchufar todo lo que se puede, no es lo único que puedes hacer para ahorrar en la factura de la luz.

Conoce a tus electrodomésticos para ajustarlos a la temperatura; revisa el contrato de la potencia, quizás no necesitas tanto, o invierte en placas solares.

Todo cuenta.

Estos son diez consejos, fáciles de aplicar, pero con grandes resultados en tu factura de la luz.

1. Revisa la potencia de tu contrato

¿Cuánto realmente necesitas para suplir todas las necesidades? ¿Quizá tienes un contrato con demasiada potencia?
Obviamente, no es lo mismo vivir sólo que en familia.

Sin embargo, el contrato con la potencia para tu vivienda, puede que sea, por defecto, el que cubre la media de una familia española, es decir para 4,6 kW de consumo.

Comprueba cuánto consumes y, si tienes más de lo que necesitas, cambia la potencia de tu contrato por uno menor y, por tanto, más barato. 

2. Lavadoras a  30º  ó 40º C máximo

Aunque no se espera que volvamos al lavadero del pueblo, con el barreño en la cabeza, una lavadora a  60º C es totalmente innecesaria. Cómo diríamos los ciudadanos de a pie, ’la lavadora gasta mucho’ y es verdad.

Reducir la temperatura de los lavados puede ahorrar hasta un 55% del consumo según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). 

Hoy en día, una parte importante de los trabajos se realizan en oficinas e interiores, con lo cual la ropa no presentaría grandes dificultades para quedar perfectamente limpia a 30 ó 40º C.

3. Bajar la temperatura del aire acondicionado

Sí, con los veranos de 40º C, y no exactamente sólo en día sueltos, lo que apetece es mudarse al congelador. Sin embargo, entre 20º y 22º es lo que se aconseja durante el día y un poco menos durante la noche. 

Aquí, no hay nada escrito, porque el calor no solo afecta a la salud física, si no al estado de ánimo. Dicho ésto, cada grado en el aire acondicionado equivale a un 7% más de consumo.

Hay que recordar que en los comercios, oficinas, bibliotecas.. etc, la ley obliga a no bajar el termómetro de los 27º en verano y no subirlo de los 19º en invierno.

4. Ajustar la temperatura de la nevera

El frigorífico ha pasado siempre por ser uno de los electrodomésticos que menos  potencia tiene, entre 350 y 1000 W. Y sí, es cierto, comparado con el horno o la vitrocerámica que suelen tener el doble o más. Pero, definitivamente, es el que más consume – está enchufado permanentemente.

En términos generales, las neveras deberían estar a una temperatura entre 1,5º y 5º, mientras que en el congelador no es necesario que esté más bajo de -18º.

Como el resto de los electrodomésticos, consumen hasta un 30% menos aquellas neveras con mayor eficiencia energética, es decir, con el etiquetado A (la escala de la A a la G en orden de mayor a menor eficiencia).

5. Comprar electrodomésticos de mayor eficiencia energética

Desde 2021 el etiquetado de los electrodomésticos se ha simplificado al eliminarse las clases ‘+’ . La escala de eficiencia de mayor a menor va de la A (en verde oscuro) a la G (en rojo).

Deberán también incluir el consumo energético específico, varios pictogramas con información específica de cada producto y el código QR para escanear si se quiere más información. 

¿Cuánto se ahorra? Pues depende de la clase de electrodoméstico, uso, etc. En total, si todos contienen la clase A, podría llegar hasta los 500 euros al año.

6. Lámparas de bajo consumo y desenchufa lo que puedas

Las lámparas de bajo consumo, o compactas  consumen un 75% menos IDAE (Instituto para la Diversificación de la Energía) que las bombillas tradicionales.

Es verdad que son más caras pero, con este porcentaje mínimo de consumo, se amortizan de sobra antes de que acaben su vida útil, que es de entre 8.000 y 10.000 horas.

Es decir, una vida ocho veces más larga que la bombilla de toda la vida. En un año, una lámpara de bajo consumo nos permite ahorrar 14,6 euros.  Nada es poco en estos tiem

7. Invertir en placas fotovoltaicas

El sistema fotovoltaico, aunque requiere un montante de dinero importante, entre 6.000 y 10.000 es una de las mejores inversiones a medio y largo plazo.

En España, el autoconsumo es un modelo muy reciente, a pesar de las horas de sol que tenemos en España, si lo comparamos con Alemania y Reino Unido, países que tienen 10 veces más placas solares que nosotros. Por algo será.

Además, el hecho que el 66% de los españoles vivamos en pisos, no impide en absoluto que podamos tener una instalación fotovoltaica para todos, o parte, de los vecinos.  

8. Educar en tu propia casa

Este capítulo sale gratis, y tiene la rentabilidad más alta, a medio y largo plazo, que ninguno de los apartados anteriores o posteriores.

Inculcar hábitos sostenibles con tu pareja, otros adultos que vivan en casa y, sobre todo, con tus hijos, no sólo revertirá en tu propio beneficio, si no en el de toda la sociedad.

Como ´cada maestrillo tiene su librillo`, éste no es, ciertamente, un manual de instrucciones para padres sostenibles. Sin embargo, estar bien informado de acciones y consecuencias es un buen comienzo.

9. Calefacción en su punto y aislamiento al máximo

La calefacción, en todas sus formas, representa casi la mitad del gasto energético. Sí que es verdad que un sistema de aerotermia es, con mucho, el más eficaz. 

En cualquier caso, y como pasa con el aire acondicionado, es una cuestión de grados. Cada grado arriba o abajo, viene a aumentar o disminuir la factura, un 10%. ¿Y qué temperatura es la recomendable?

Obviamente, depende de las circunstancias. Las personas mayores necesitan más calor, por ejemplo, pero, en general, entre 19º y 21º es la temperatura idónea, y unos grados menos en el dormitorio. Por la noche, la calefacción debería apagarse.

Todos estos consejos se escaparán por la ventana (nunca mejor dicho), si tu casa tiene un aislamiento deficiente – hasta un 30%.

Investiga el aislamiento de ventanas y paredes, donde están las fugas más comunes, para mejorarlo. 

Según el IDAE, una capa de 3 cm de corcho, fibra de vidrio o poliuretano tiene la misma capacidad aislante que ¡un muro de un metro!

10. Instala un termostato inteligente

¿Qué es un termostato inteligente? Básicamente aquel que te permite poner o quitar la calefacción a las horas más convenientes o  ajustar la temperatura mediante una aplicación en el  teléfono móvil,

De esta forma la calefacción estará siempre encendida  cuándo realmente la necesita.

Hoy en día, los termostatos van mucho más allá que la simple calefacción, también pueden controlar la temperatura del agua caliente, avisan si hay  ventanas abiertas y tienen programas de geolocalización, etc.

La tecnología es, sin duda, un gran aliado para optimizar todos los aparatos que utilizamos con electricidad. Lo más importante es que se normalice su uso gracias a una buena información y, como no, a un precio asequible para todos los ciudadanos.

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Concha es una profesional de la comunicación que ha desarrollado su carrera como periodista, editora y responsable de múltiples proyectos digitales y editoriales en España y el Reino Unido.  Defensora del medio ambiente, la sostenibilidad corporativa y las energías renovables, espera que Europa sea una referencia para un planeta más verde y más justo.
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